RESURRECCION...

Han pasado más de dos años desde que el Diablo Rojo se sentó por última vez frente a su ordenador para desahogarse en formas de relatos. Y lo vuelve a hacer porque extrañamente, vuelve a sentirse indefenso e impotente. Pero dos años más viejo. Para este diablo, que es más un querubín rebelde, escribir ha sido siempre la mejor forma de desahogarse. Una manera de humanizarse y dejar entre ver sus miedos de forma indirecta y de algún modo afrontarlos y compartirlos. Casi como una terapia o como un niño que a duras penas se atreve a entre abrir una puerta y tímidamente mirar el interior de una habitación que se antoja revuelta, como la caja de pandora… En estos años han ocurrido tantas cosas y han sido tan pocos los momentos de meditación que asusta comenzar a escribir. Ni tan siquiera estoy seguro de recordar como se hacía, tan solo recuerdo que era en prosa el modo en que escupía los versos sueltos y llenos de tormento disfrazado de edonismo con los que actualizaba mi blog. Mucho me temo que el Diablo Rojo se ha tornado en una ser mucho más oscuro en apariencia mientras en algún lugar de su interior sabe que es en lo más oscuro de la noche cuando comienza la esperanza.